Los deportes y el autismo

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Como bien conocemos, los deportes son el motor de la humanidad, debido a estos se pueden desplazar una cantidad de personas y hacer circular un centenar de millones de dólares en un determinado país, pero para un padre, probablemente considerará que al inscribir a su hijo en un deporte le está ayudando a que adquiera enormes beneficios como la mejora en su resistencia, la fuerza y aptitud general, pero para muchos niños con autismo, encontrar el deporte apropiado puede ser tan desafiante para ellos como para sus padres.

¿Se puede realizar deporte si se tiene autismo?

Algunos de los padres indudablemente manejan una cierta convicción ante sus hijos al momento de realizar algún determinado hito deportivo.

Sin embargo, estos deportes tradicionales de grandes equipos como son el fútbol, el baloncesto o el béisbol, ya que podrían no ser las mejores opciones para los niños con autismo. En todos estos deportes, la demanda de interacción social, el cálculo del movimiento y la gestión del ruido son casi seguramente demasiado altos.

Por ejemplo, los jugadores de fútbol y baloncesto conversan entre sí durante el juego diciendo verbalmente cosas como «Golpéame profundamente» o «Estoy abierto». A veces, estos mismos mensajes se comunican de forma no verbal a través del gesto de la mano, etc. y es que algunos niños pequeños en los equipos deportivos tradicionales parecen recoger estas señales tácitas y entender lo que se supone que están haciendo. Sin embargo, estas habilidades de comunicación evasivas pueden ser desafiantes para una persona diagnosticada con autismo.

Hay deportes que los niños con autismo podrán realizar

Por fortuna, hay muchas maneras en que los niños con autismo puedan participar con éxito en los deportes, dado que cada niño es único en su diagnóstico, estas características configuran sus intereses, fortalezas y desafíos, por lo que se anima a los padres a explorar estos rasgos con sus hijos para comprender realmente en lo que su hijo pueda sobresalir.

Por ejemplo, tal vez un niño tenga problemas de coordinación o atención de los que pueden interferir en la práctica, o tal vez preocuparse de que los déficits sociales del niño se interpongan en el camino a tener para una experiencia positiva con los deportes. Si bien es cierto, los deportes de equipo tradicionales pueden no ser apropiados para el niño autista y por eso existen otras alternativas.

Si se busca que el niño participe en deportes de grupo pero sucede que los deportes tradicionales pueden no ser la mejor idea entonces, lo que quizás pueda ser una buena idea es comenzar con actividades deportivas donde cada miembro del equipo contribuye de manera independiente.

Algunos ejemplos son juegos como bolos, natación, tenis y gimnasia

Otros útiles pueden ser golf y karate dado que también son deportes individuales donde se es parte de un grupo.

Estos deportes le permiten a un niño ser parte de un equipo, pero aliviando la dinámica de grupo de ser totalmente dependientes unos de otros cada segundo del juego. Además, estos deportes dan a los niños una avenida para mantenerse saludable y enseñarles el valor de que la práctica hace a la perfección y los podría encaminar en el desarrollo de un espíritu competitivo.

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