Los zapatos son elementos esenciales de cualquier outfit, pero con el paso del tiempo, es normal ver diversos desgastes y hasta notar que pasan de moda. En lugar de tirar los zapatos viejos que ya no sirven, hay varias ideas interesantes que puedes aplicar para aprovecharlos de maneras diferentes y útiles.
Restaurar los zapatos viejos
Los zapatos pueden filtrar plásticos, metales pesados y otras sustancias químicas tóxicas al medio ambiente. Además, demoran muchos años en deteriorarse por completo.
Incluso los zapatos fabricados con materiales naturales, como el cuero, pueden deteriorarse en un plazo de 20 a 40 años.
La mejor solución es conservarlos y repararlos con un zapatero, una profesión que está quedando en el olvido por la facilidad de comprar nuevos zapatos. Sin embargo, hay expertos en sustituir, coser e incluso renovar las suelas de los zapatos para alargar su vida útil.
El problema es que reparar los zapatos suele ser caro, pero si quieres ser más respetuoso con el medio ambiente, ésta es una buena opción a considerar.
También tienes la opción de repararlos por tu propia cuenta en casa. En internet puedes encontrar algunos tutoriales sobre técnicas de reparación de calzado que pueden ayudarte.
Para los zapatos de cuero, es posible que necesites pegamento o colas especiales para reparar el calzado.
Otra opción es restaurar zapatos viejos con productos artesanales. Hay muchas formas de conseguir, por ejemplo, puedes añadir detalles como joyas, cordones y lazos a zapatos de tacón.
Estas restauraciones son muy recomendadas para las zapatillas de tela, incluso puedes cubrir las manchas difíciles con tachuelas de colores. En el caso de las zapatillas de lona, puedes restaurarlas coloreándolas con una pintura especial para lona o incluso con rotuladores para lona.
Reciclar los zapatos viejos
Si ya no necesitas los zapatos y están en estado aceptable, lo mejor es regalarlos. Investiga las organizaciones locales sin ánimo de lucro y benéficas que aceptan estos zapatos, para que los entregue a alguien que los necesite.
Para donar los zapatos que ya no te sirven, deben estar en un estado que permita su uso, sin agujeros y limpios.
En Estados Unidos, la gente compra unos siete pares de zapatos al año, lo que significa que compra un par nuevo cada siete semanas. Rara vez estos zapatos están lo suficientemente gastados para que no se puedan regalar.
Las zapatillas que utilizas para correr o hacer deporte no deben regalarse. Si corres mucho, tendrán mucho desgaste, por lo que no será de utilidad para las personas que lo necesitan.
Reutilizar los zapatos viejos
Hay varias formas de reutilizar los zapatos viejos que no puedes reciclar, evitando que terminen en la basura y generen contaminación en el entorno natural.
Los zapatos viejos son una atractiva decoración para el balcón o terraza cuando los conviertes en macetas. Debes asegurarte de que cuenten con un buen drenaje para que las plantas crezcan con normalidad.
Las suculentas son ideales en este caso, sobre todo para los zapatos de tacón alto, ya que son resistentes y fáciles de cuidar en cualquier lugar.
Llena de arena unas botas vaqueras o unas botas altas y podrás utilizarlas como tope para puertas o libros. También puedes utilizar las sandalias tipo flip flops, como parte de una guirnalda para la puerta, a modo de decoración veraniega.
Utiliza los zapatos de los bebés como cojines para los alfileres al rellenarlos de tela o de cualquier otro material.
Los tacones altos los puedes usar como perchas para colgar los abrigos. Toma un trozo de madera y pega en ella estos zapatos, automáticamente el tacón del zapato se convierte en un gancho en el que puedes colgar lo que quieras.
Incluso puedes utilizar el cuero de los zapatos para otras cosas, como cubrir un cojín, o bien, usar los zapatos viejos para crear el nido de un pájaro.
¿Cuándo hay que reciclar o tirar los zapatos viejos?
Los zapatos pueden desgastarse en tres puntos principales, la suela, la entresuela y en la parte superior e interior.
La entresuela es la capa de amortiguación situada en el centro de la zapatilla. Esta capa está diseñada para absorber el impacto de la marcha y se ubica en la parte exterior e inferior del calzado.
Cuando hay desgaste en la entresuela es una buena idea reciclar o tirar los zapatos viejos. Si observas grietas y arrugas en esta capa, quiere decir que el calzado llegó a su límite.
El zapato suele desgastarse uniformemente alrededor de los bordes de la punta y del talón. Si notas un gran desgaste en otras partes, es señal de que necesitas zapatos nuevos.
Otra buena forma de comprobar si la suela del zapato está desgastada es cuando tienes dolor en los pies de forma irregular. Si notas que comienzan a inclinarse o balancearse, quiere decir que las suelas están desgastadas y hay que cambiarlas.
También es recomendable sustituir los zapatos si ya no te quedan bien, si son demasiado pequeños, dado que esto provocará dolores en los pies y puede dañar la salud de la pisada.
Sin duda alguna, hay muchas formas de aprovechar el calzado que ya no usas y que está viejo, ya sea restaurándolo, reciclando o reutilizando. Gracias a esto, evitas contaminar el medio ambiente con un producto que es complicado de eliminar y logras dar una nueva vida al calzado que te acompañó por tantos años en tus diferentes outfits.