Uno de los experimentos más importantes a nivel social que se realizaron en la historia de la humanidad es el de John Calhoum. Se trata de un experimento con resultados muy impactantes.
Descubre todo lo relacionado con el experimento de John Calhoum y cómo terminó este impactante experimento.
El origen del experimento
Para comprender los resultados de Universo 25, hay que partir de algunos de los supuestos que llevaron a Calhoum a realizar este tipo de investigación.
A mediados del siglo XX, varios etólogos se propusieron estudiar los efectos que el crecimiento excesivo causado por la superpoblación puede tener en los individuos a lo largo del tiempo.
Para ello, diseñaron una serie de experimentos en los que un grupo de animales, principalmente roedores, fueron alojados en una sala con las condiciones ideales para su desarrollo y reproducción.
Se creó una utopía para estos animales, gracias a que desde el principio dispusieron de todos los recursos que necesitaban.
En otras palabras, se creó un hábitat artificial en el que los animales pudieron encontrar fácilmente alimento y reproducirse para aumentar la población original con la que se inició el experimento.
John Bumpass Calhoun, el etólogo líder en la investigación de la densidad de población, fue uno de los defensores más prolíficos de este tipo de investigación. Calhoun creó entonces el Universo 25, así como muchos otros escenarios utópicos con ratas a lo largo de su carrera.
La hipótesis inicial de este tipo de experimentos es que el lugar elegido proporcionará un refugio y alimento convenientes hasta que la población alcanzara un punto crítico en el que, mediante una serie de cálculos que dependieron en gran medida de la superficie del reciente.
Estos roedores contaron siempre con suficiente comida y agua, sin ninguna amenaza proveniente del exterior.
¿Cómo fue el inicio del Universo 25?
En 1968, John B. Calhoun creó un nuevo mundo para un pequeño grupo de ratas, conocido como el Universo 25.
El Universo 25 contó con una superficie de 6,5 metros cuadrados e inicialmente estuvo habitado por un pequeño grupo de ocho roedores. En este recinto, contaron por igual con mucha comida, agua fresca y ningún depredador que representara una amenaza. En otras palabras, vivieron en las supuestas condiciones ideales para cualquier sociedad.
Los ocho primeros habitantes del universo 25 pronto empezaron a aparearse y reproducirse, lo que condujo al crecimiento exponencial de esta extraordinaria civilización.
En un año, la población se duplicó gradualmente hasta alcanzar los 620 habitantes, hasta que el crecimiento se ralentizó. Hasta entonces, la vida de los roedores era casi ideal. Contaron con todo lo que necesitaron y nada amenazó sus vidas.
Sin embargo, la vida en el Universo 25 ya no es tan pacífica a medida que se acerca gradualmente a cifras críticas, no por falta de recursos, sino por otros factores que no se tuvieron en cuenta.
Declive del Universo 25
Entonces empezaron a aparecer los trastornos de conducta. Los 25 ratones de la sala se comportaron de forma muy inusual.
Los roedores parecen no estar cómodos y aunque todos caben en el recinto construido, se empiezan a sentir los efectos de la sobrepoblación. Se cruzan constantemente en busca de comida, agua, o para volver a sus nidos.
No hay amenazas externas, pero empiezan a surgir amenazas internas. Las ratas se acercan unas a otras, lo que provoca disputas territoriales o migraciones constantes a otras partes.
También surgió un gran problema. Muchas ratas dejaron de tener un papel determinado en su comunidad, ninguno de los individuos contó con un rol en específico.
Este fenómeno vuelve apáticos a muchos roedores, que dejan de moverse y comunicarse porque no tienen ningún papel importante que desempeñar en este pequeño mundo.
Observó que muchas hembras del universo 25 ya no intentan reproducirse. Los machos también salen de sus nidos únicamente en búsqueda de comida. Los conflictos son constantes en la zona y es difícil encontrar una rata que no haya sufrido heridas, o cicatrices por la competencia por el territorio.
Además, se observó un comportamiento sexual inusual. Algunos individuos se comportaron de frenética al reproducirse, con cualquier sexo, otros nunca se aparearon.
Incluso aparecieron conflictos en interfamiliares. Algunos ratones mataron a sus crías, otros expulsaron a miembros del nido, mientras que unos practicaron canibalismo.
Sin embargo, no todos los ratones se comportaron de forma agresiva. Calhoun denominó a este grupo como “los guapos”, cuyo comportamiento, aparte de comer y dormir, se limitó a asearse.
Colapso del Universo 25
El universo 25 es un caos con el paso del tiempo. En 1970, menos de dos años después del inicio de los experimentos, nacieron las últimas crías de ratas en este entorno y la población empezó a estancarse y a menguar.
Los individuos perdieron su fertilidad y las comunidades ya no pudieron salvarse. En 1973, todas las ratas que conformaron el universo 25 se extinguieron de forma gradual, destruyendo para siempre este intento utópico, y dejando muchos interrogantes interesantes sobre el suceso.
La progresión de la población siguió un curso parabólico, alcanzando su punto máximo en marzo de 1970 y mostrando después una tendencia negativa hasta 1973, cuando finalizó el Universo 25.
Sin embargo, la población se desplomó debido a un declive del comportamiento, factor que los investigadores no tomaron en cuenta, o bien, esperaron alcanzar cuando el recinto albergara unas 2.200 ratas.
Sin duda alguna, el experimento del Universo 25 resulta sorprendente por demostrar que, ni siquiera en las condiciones ideales, la sociedad está libre de trastornos y problemas que provoquen su declive.