En la actualidad, los centros de belleza destacan por proporcionar al público una variedad de técnicas que ayudan a mejorar el aspecto físico.
Dentro de dichas técnicas se puede decir que entre las más afamadas últimamente, se encuentra la mesoterapia, la cual supone una serie de inyecciones aplicadas en determinadas zonas, con el propósito por ejemplo, de mejorar la apariencia del rostro (al tratarse de la mesoterapia facial) o de combatir tanto la celulitis como la grasa localizada.
¿De qué se trata la mesoterapia?
La mesoterapia se caracteriza por consistir en una técnica que forma parte de la medicina alternativa, la cual se basa en aplicar microinyecciones, que bien pueden ser de medicamentos tradicionales, homeopáticos, minerales, vitaminas y/o aminoácidos.
Cabe señalar, que el inventor de esta técnica fue Michel Pistor, un médico francés, en el año 1951, con el propósito de tratar dolencias crónicas, pero poco después sus usos se extendieron y hoy en día suele utilizarse con gran eficacia dentro del ámbito de la medicina estética, no solo para tratamientos faciales, sino también corporales.
Asimismo, es conveniente mencionar que no hay ninguna norma al momento de escoger y seleccionar las sustancias que se vayan a inyectar, dado que todo depende directamente tanto del especialista como del área a tratar y los resultados que se quieran obtener.
Ya que no es igual usar sustancias aplicadas de manera intradérmica con el fin de rejuvenecer la piel, que las que se usan con el propósito de disolver la grasa corporal.
En cualquier caso, cada uno de los medicamentos serán cuidadosamente elegidos por el especialista de acuerdo a la condición que se desee tratar y cualquiera de ellos supone inyecciones que se aplican a nivel superficial (no intramuscular o subcutáneo), es decir, a nivel intradérmico, aproximadamente a unos 3-4mm de profundidad, y de forma directa sobre el área a tratar.
También cabe mencionar que las agujas usadas dentro de la mesoterapia destacan por ser bastante delgadas y cortas, es decir, que consisten en aquellas que suelen conocerse como “agujas de lebel”, las cuales tienen una longitud de aproximadamente 4mm.
Además no suelen causar dolor, dado que aparte de ser de un pequeño tamaño, solo se usan para aplicar una reducida cantidad de medicación. No obstante, en aquellos casos donde los pacientes pudieran presentar sensibilidad, existe la posibilidad de utilizar alguna crema anestésica antes de comenzar el tratamiento.
Entonces, por definición, todo tipo de medicamento que sea directamente inyectado no solo en la piel, sino también en la grasa y/o en los tejidos del mesodermo (es decir, la capa media de la piel), puede considerarse como mesoterapia.
¿En qué se basa esta técnica?
Como ya hemos comentado, la mesoterapia implica inyectar reducidas cantidades de sustancias y medicamentos a través de la piel, las cuales tienen como propósito tanto mejorar la circulación periférica como la elasticidad de la piel.
Ahora bien, una inyección de mesoterapia, por lo general, suele estar compuesta por dos clases de componentes:
- Ácido hialurónico: En pequeñas dosis con el fin de ofrecer elasticidad e hidratación a la piel, al mismo tiempo que estimula el desarrollo natural de colágeno.
- Sustancias naturales (provenientes de plantas) o ingredientes alopáticos: Que cuentan con efectos sumamente comprobados a la hora de tratar la celulitis.
- Proteínas y componentes: Los cuales se encuentran naturalmente en la piel, pero se van perdiendo a medida que aparece la grasa/celulitis.
Cuando se combinan estas sustancias, cuentan con un gran efecto alrededor de aquellas zonas rebeldes en las cuales la grasa se suele acumular.
De esta manera, sería posible indicar que esta técnica interviene sobre los factores que se encargan de permitir el desarrollo de los primeros signos de envejecimiento, acumulación de grasa y celulitis con la finalidad de optimizar la circulación y al mismo tiempo, lograr que la superficie de la piel este más lisa y luzca rejuvenecida.
No obstante, es importante mencionar que la celulitis no se trata de la única aplicación que puede tener este tipo de tratamiento, sino que además, es posible usar la mesoterapia en muchas otras aplicaciones, por ejemplo, las siguientes:
- Caída del cabello.
- Líneas finas y arrugas.
- Piel suelta.
- Primeros signos de envejecimiento.
- Post-acné e hiperpigmentación.
- Como adyuvante en los tratamientos de relleno dérmico.
¿De qué forma se realizan los tratamientos de mesoterapia?
Después de acudir a un profesional de la medicina estética, el mismo se encargará tanto de analizar el caso específico del paciente como de aconsejarle la mesoterapia como tratamiento, en caso de ser preciso.
Cabe mencionar que cada sesión suele contar con una duración que ronda los 15 minutos y será igualmente el especialista quien se encargue de señalar la cantidad de sesiones que requiere el paciente dependiendo de la zona que se quiera tratar.
Sin embargo y por lo general, suelen necesitar entre 4-10 sesiones, las cuales tienen que ser llevadas a cabo de forma semanal a fin de poder percibir los resultados deseados.
No obstante, existen productos para ello, sobre todo los de marcas inglesas que ofrecen grandes ventajas. Aquí os dejamos algunos productos de mesotherapy para que podáis echarle un vistazo.
De la misma forma, resulta importante señalar que a lo largo de la semana previa al comienzo de la primera sesión, suele ser común que los especialistas en mesoterapia aconsejen a los pacientes que eviten el consumo tanto de aspirinas, como de medicamentos antiinflamatorios.
También hay que mencionar que de acuerdo al centro de belleza donde se lleve a cabo el tratamiento y según las sustancias que se decida utilizar, es posible que el precio de la mesoterapia varíe.